Desde mediados del siglo XVIII hasta la Segunda Guerra Mundial, Asakusa era el lugar donde se podía encontrar todo lo bueno de Tokio: teatro, literatura, cocina y otros placeres sensuales.
Según se sale del metro, si se toma la salida del puente que pasa por el rio Sumida, te das de frente con la escultura de Philippe Starck...........impresionante la visión
a qué os recuerda?
dicen que es como una gota de cerveza en reprentación de la empresa de cerveza Asahi que es el edificio dorado adyacente. El día de hoy era gris, con sol seguro que se ve de otra forma.
Seguimos la ruta hacia hacia el uno de los mayores templos de Asakusa, el de Senso-ji.....es imposible no fotografiar edificios vayas donde vayas
dicen que Senso-ji es el núcleo espiritual de la zona. Por el camino he cruzado por miles de callejuelas llenas de puestos en los que se vendía de todo y donde sigue habiendo espacio para la espiritualidad
aspecto de una de las muchas callejuelas............llenas de gente
puestos de xilografías y postales
los botes donde guardan los dulces, los frutos secos garrapiñados..............todo colorido
esa música cuando hay viento........
cómo noooooo
bolas dulces..........no sabeis cómo olían...........puro azúcar
Este es un restaurante como los hay a montones, pero no me he resistido, me ha encantado
Las puertas de una especia de garaje. Dicen que la zona de Asakusa es el centro del kabuki
Medio escondida, la entra al Templo de Otanuki-suma, muy pequeño pero realmente un espacio lleno de silencio, de color y de agua.
No me he podido resistir a fotografiar a los hombrecitos a los pies...........tenía como gorros de ganchillo!!
Grandes lazos llenos de colores colgados del techo
Todavía queda algo....
Los espacios para fumadores en la calle. Solo aqui se puede fumar
Pagoda de 5 plantas de Gojuno-to, reconstrucción de la original
El Templo de Senso-ji
Y por el pasillo que lleva a la Pagoda
Los votivos dejados por los peregrinos
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