Y seguimos con la ruta, la siguiente parada iba a ser un jardín que me habían recomendado, asi que entre templo y templo podía hacer un "descanso"
Esta graciosa entrada la encontré por el camino, aunque de estas entradas hay a patadas, ¿os imagináis en un Madrid una entrada así por vivienda?
Estas cositas amarillas tengo que preguntar lo que son, estaban en una floristería, que dicho sea de paso, las hay por todas las esquinas. En general, las plantas pequeñas son más baratas que en España. Esta ¿flor? es una como una especie de limón con la piel amarailla lisa sin un solo lunar o mancha o marca. El tacto es muy curioso, me enteraré
Mi destino: "Chishaku", este templo es la cabeza de la secta budista "Shingon Chizan 智山派", este templo es poco popular entre los turistas (lo cual agradecí), a pesar de tener unas maravillosas pinturas que están consideradas Tesoro Nacional.
Este templo se fundó en el siglo XIV aunque para variar en el siglo XVI se destruyó junto a todos los subtemplos. En el año 1601, el primer Tokugawa shogun, Ieyasu dió la oportunidad de revivir Chishaku. Con posterioridad en el año 1615 cedió la vecindad del templo de "Shounzen-ji"
Uno de los edificios del templo visto desde el exterior, la entrada está justo a mano derecha en otro edificio. Esta es la puerta "Somon"
A uno de los edificios lo rodeada esta banda de colores, que me recordó a alguna que otra fiesta.
El horario de entrada al templo esde 09.00-16.00 y la entrada cuesta 600Y
Ja mayor de las sorpresas, sin pedirlo, sin buscarlo, voy y me encuenro esta estampa, una geisha mirando al jardín en plan contemplativo...........como dicen que no hay que molestarlas (vamos, como a cualquier otro ciudadano), intenté hacer el mínimo ruido posible para poder sarle una foto
Y resultó que para mi suerte, no estaba sola y había otra geisha con ella, asi que aproveché paea sentarme detrás, sacar alguna foto y contemplar el maravilloso jardín que había
Yo que aunque no estaba a limites de deshidratación, casi compadecía todo el atuendo que llevan encima. Intenté mirar detalladamente todo: adornos en el pelo, pintura del cuello y esa forma tan graciosa que hace la pintura en la nuca, la vestimenta, qué va encima de qué
Una bonita estampa, todos lo presentes las mirábamos con disimulo para no incordiarlas, pero ninguno perdía de vista nada de lo qu hacían, Todos su movimientos son exquisitos
Las vistas del jardín no hacen justicia para la maravilla de sala que es. Demasiada luz (y la foto no es muy buena, tengo que decirlo), pero os podéis hacer una idea. Era una sala muy alargada, con lo que la vista del jardín era amplia
Parte del jardín que había enfrente
Después de compartir sus reflexiones a un volúmen de voz que casi rozaba el susurro, se levantaron para colocar de nuevo sus ropajes y el calzado. Pena que el calzado no pude sacarlo bien, eran una especie de geta con grandes lazadas
Este sala tenía unas maravillosas pinturas, la verdad bastante bien conservadas, seguro que ha habido un trabajo de restauración
El jardín y las salas corresponden al edificio "Daishoin"
Y siguiendo ruta por el complejo...............como véis, hay pequeño jardínes en todos los rincones
Esta otra sala tenía dibujos bastante atípicos, hombrecillos regordetes, tipo budita feliz
En uno de los laterales del edificio me llamó la atención, la especie de ¿? a mano derecha, de piedra alargada con una caña de bambú dentro
Puente de piedra y madera
Callejeando por el complejo, me encontré ese "altar", la verdad es que después de ver los tatamis, la pintura y el jardín, era como dar un salto
La entrada del edificio que me gustó por la mezcla de colores y "añadidos": la tela, las lámparas y los dibujos del techo
Otro de los laterales. Creo que lo ví sola...........qué maravilla, un silencio.........
El gong que tanto me gusta para ver y oír (si es uno o dos también tengo que decirlo)
Vista del recinto, monje a mano izquierda, buda a mano derecha y linternas por el camino
¡¡Qué empiezan a venir los colores!!, voy a tener suerte y voy a pillar parte del otoño :-))
Y aquí terminó esta visita, la verdad es que la disfruté mucho y tuve la oprotunidad de ver a las primeras geishas de Kioto
Ya montada en el autobús para ir a la siguiente parada, ofrecí a la madre sentarse y me dijo que no. De las cosas que me llama la atención del comportamiento de los japoneses, es que a pesar de los respetuosos que son, jamás he visto ceder el asiento a nadie, es lo mismo que la persona que va sin poder sentarse es mayor, embarazada o cargando con un niño como esta mujer.
Aproveché para comprarme un abanico, el que llevaba de España se me ha roto, y la verdad es que aqui se usan mucho
Este es el acceso a la puerta principal, está rodeado de grandes setos, tuve que hacer cola para entrar, asi que me imaginé excursión en plan manada, nada que ver con el jardín anterior que era puro silencio
En 1482, el sogún Ashikaga Yoshimasa construyó aqui una casa de campo con el fin de retirarse dignamente del caos de la guerra civil. El nombre de la casa se traduce como "pabellón de plata", pero la ambición del shogún de recubrir el edificio con tal metal nunca llegó a llevarse a cabo. Después de su muerte la casa se convirtió en un templo
Varias pasarelas atraviesan los jardines, en los que se pueden ver conos de arena blanca meticulosamente rastrillados (probablemente simbolizan una montaña y un lago), como los que se ven en la fotos
Vista de otro de los jardines
Lo mismo que ví en otros templos, la gente tiraba unas monedas, mientras pedían un deseo.....con lo alto que está el yen
Parte del recinto, aunque ésta no era la vivienda. A este templo hay que ir pronto por la mañana, es uno de los lugares más visitados y con tanta gente se hace un poco incordio
Hay un camino pasadas las viviendas que sube por una ladera hasta la montaña. El camino es una preciosidad, parecía estar pisano una moqueta de infinitas tonalidades de verde. Me encantó
Vista de la vivienda principal desde arriba. Desde abajo no pude sacar una foto en la que no saliese media población, asi que desistí
Otra vista de tejado :-)), cómo me gusto este paseo por la montaña (colinita realmente)
Saliendo ya del recinto, aún con aglomeración de gente merece la pena la visita.
Este comercio estaba justo a la salida. Me gustó por original. La parada de autobuses está a 10 metros de la entrada del templo, asi que me fuí a hacer cola. Lo dicho, media población metida en este templo
Y seguimossss
uffffff....nataly esto es lo que yo imagino cuando escucho hablar de japon...ademas la fotos de las geisha son impactantes...no se como una sensacion estraña que transmiten, y yo que la veo en foto, imaginate tu que la ves en realidad de cerca...un abrazo fabri
ResponderEliminarja,ja....la verdad es que sí que impactan un poco. Es una sítuación rara porque quires mirarles con detenimiento sin que sea muy obvio.........:-))
ResponderEliminarMe da mucha paz ver las fotos de templos que publicas, y esos jardines... lo que daría por estar en un sitio así ahora...
ResponderEliminarSi.............la verdad es que dan, sobre todo porque hay silencio, solo se oye el ruido del agua y para mi que andar descalzo es un vicio, pues, ¿qué más puedo pedir?
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