Como casi todos los domingos que me quedo en Tokio, hice mi plan favorito, ir a Meiji-Jingu y pasear después por Takeshita, Omotesando y Aoyama........
En la entrada del recinto del santuario, se estaba representando no sabría decir el qué pero nos quedamos un rato a ver si conseguíamos ver a todos los "personajes" con sus peculiares vestimentas
Estas dos figuras no se movieron de donde estaban
Nos quedamos un ratito y decidimos seguir camino, ese día el recinto del santuario estaba plagado de gente y de atracciones como si hubiese día de feria.
Avanzando nos encontramos con una exposición de flores y árboles. El culto a la naturaleza que hay en Japón, creo que no lo he visto en ningún otro lugar del mundo
Lo de estas flores era curioso porque estaban como enjarzadas en estos aros. No sé si con el objetivo de que ayudase a hacer forma con las hojas o con otro
Probablemente lo primero viendo esta forma pero la verdad, no lo sé
Me gustaron estos arbolitos con forma en cascada
Había un stand de bonsais de todo tipo..........algunos increíblemente bonitos
Estos pequeño jardínes zen me parecieron una maravilla, obra de auténticos maestros, los arbolitos eran todos bonsai, todo en miniatura
Este bonsai parecía un pequeño ramillete de margaritas
La puerta de entrada al recinto del santuario
Fijaros en la altura de los geta (calzado), me acerqué para verlos de cerca, estaban hechos de corcho o un material parecido
Un pequeño guerrero
La puerta que da entrada al recinto
El calzado que llevan los monjes, tiene pinta de ser tan incómodo como unas sandalias de 12 centímetros.
Menudo orden prusiano, no sobresalía ni uno.
Aqui se estaba preparando para cargar con una pequeña cazorra, estuvimos esperando para ver si salía, al final nos fuimos
Cuando salimos del santuario, nos fuimos para mi calle favorita, "Takeshita Dori"
En las entradas de las tiendas, se coloca personal intentando atraerte, la mayoría "cantan" las ofertas, no quiero ni imaginar cómo terminan con las gargantas cuando termina el día
Como veis, la vestimenda es de lo más peculiar
Los modelos de una de las tiendas.
Elegante a la par que discreto
Muy discreto
Llegamos hasta el final de la calle y retrocedimos por el lado contrario, creo que esta calle podría recorrerla una y otra vez y nunca me cansaría
Los adornos que cuelgan de los móviles
La ropa que se exhibe en las tiendas de esta calle es genial
Haciendo el ganso
La gracia que me hizo ver a este bebé con orejitas de conejo..........
Este grupo no sé de qué iba disfrazado, supongo que de algunos personajes de comic.............
Lo que disfruto en esta calle.........y seguimos hacia Omotesando
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