Tuve la suerte de estar en un hotel con unas maravillosas vistas del atardecer todos los días.
No todos fueron igual de maravillosos...la verdad es que se llenaban las pupilas de luz
Lo que disfruté viendo cómo se metía el sol por el horizonte, ni sé la tanda de fotos que saqué
El segundo atardecer que vi
El reflejo completamente dorado en el agua era espectacular. Creo que nunca había visto nada igual
Mi tercer y último atardecer, nada que ver con los anteriores, asi que fue perfecto porque pude ver mil tonalidades cada día
Hechizada.........
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