Destino: Japón

domingo, 5 de junio de 2011

Y la vida continúa...

Han pasado dos meses desde que salí de Japón. Los primeros días fueron un poco complicados, había dejado atrás compañeros de trabajo con los que he estado en último año, con una situación nuclear y sísmica cambiante cada día.

Dejé con Japón con la idea de volver en un par de semanas, pero la verdad es que ninguna de las noticias que salieron después del terremoto mejoró la situación, cada día eran peor y más preocupantes. No dejé de hablar con mis compañeros un solo día. En paralelo teníamos conferencias con “Seguridad Corporativa” de Daimler todas las semanas. Nos comunicaban el parte semanal de la situación en Japón, replicas, contaminación en agua y alimentos, niveles de radioactividad en el aire, velocidad y dirección del viento. Lo que subyacía en las comunicaciones es que no nos dejarían volver hasta no haber una completa certeza de que estaríamos seguros. En nuestro caso, hasta que el Gobierno alemán no diese el OK además de nuestra empresa, nadie viajaría de vuelta.

Y así pasaron casi dos meses. Creo que hemos sido prácticamente el último país en dar la autorización, italianos, franceses, canadienses y americanos lo hicieron mucho antes. Agradezco aún con todo toda la prudencia que se ha tenido y la profesionalidad con la que han trabajado. Han contestado pacientemente todas nuestras preguntas, incluso cuando estábamos impacientes por volver. Ahora todo eso, queda como parte del pasado. Estoy de vuelta desde mediados de Mayo.

Para mí era importante ver mis reacciones al volver y sobre todo al tener la primera réplica. Ya lo he pasado y veo son satisfacción que aunque el corazón me dio un vuelco con la primera, se me pasó rápido. Ahora se cual sería el proceder, así que estoy más tranquila. Estoy feliz de estar de vuelta y ellos muy agradecidos de que los extranjeros poco a poco volvamos.

Saldrán de esta tremenda desgracia antes de lo que lo haríamos otros países, Su sentido de la comunidad es muy alto y les prima el bien colectivo. Están siendo solidarios y acatan cada una de las peticiones del Gobierno, o de la empresa de turno, con absoluta celeridad, como el pequeño ejército que son.

Las Compañías, los pequeños comercios, los transportes……….Nadie se plantea no hacer lo que ahora mismo se demanda, entre otros, un ahorro de energía y la anulación de las horas extras. Es fácil ver escaleras mecánicas cerradas, las oficinas apagan las luces a la hora del mediodía y a la hora marcada por cada empresa. En la nuestra, por ejemplo, es a las 6.00pm. A esa hora hemos de irnos y apagar las luces. Se han apagado los secadores automáticos que hay en el baño. En mi apartamento están apagadas las luces del gimnasio, si entras las enciendas y se han de apagar cuando terminas. Vayas donde vayas hay medidas parecidas orientadas a lo mismo. En Tokio es en estas cosas en las que notas que ha pasado algo, fuera de todo esto, la vida sigue igual…………….
















































































"You are in our hearts Japan"


No hay comentarios:

Publicar un comentario